El sacerdote empezó el sermón aquella mañana:
"Un nuevo Mandamiento os traigo... amaos los unos a los otros…"
"Un nuevo Mandamiento os traigo... amaos los unos a los otros…"
Cuando hubo terminado la ceremonia, no estaba seguro de si el mensaje había llegado de manera adecuada a sus fieles. En el banco de la primera fila una joven que no le había parado de mirar con ojos picantones, comenzó a desabrocharse los botones de la blusa.
15 ¿Comments o No Comments?:
Sí, por lo que se ve, llegó un poco alterado el mensaje. Bueno, a palabras recias, oídos gordos... o algo así. Me ancantan las versiones bíblicas, Indio.
Un saludo.
El sacerdote no se puede quejar.
Su homilía ( y su mirada?) ha calado profundo en sus fieles, sobre todo en el escote de la señorita...
Buenísimo, un abrazo.
SIL
jajajaja muy beata ella...
Habrá que pensarse el oficio de cura. Qué lejos queda el ave María purísima.
Blogsaludos
Nos van a excomulgar juntos... Un abrazo! jaja
Es que no se enteran estos infieles...
Siempre pensando en lo mismo.
Saludos,
Qué mal pensado este sacerdote, la chica simplemente tenía alergia al incienso y calor, mucho calor.
Pobretico alzacuellos.... jajaja
Saludos y un abrazo enorme.
sencillo pero contundente, quedó perfectamente plasmada la idea y eso ya habla del dominio del género.
8,5
Si es que según lo entiendas puede inducir a equívocos, jeje
Saludos
Jajaja! El peligro de las parábolas. Un saludo.
yo creo que el mensaje si le llego jaja, muy bueno
saludos
No acababa la parábola con como yo os he amado?
Si es que hay mentes muyyy sucias, como la mía
;)
Besicos
Se lo tomó literalmente y puso manos a la obra...
Abrazos
Y a ver qué hacían los de los bancos del final... :) A buen seguro que se amaban, como si estuvieran en una sala de cine...
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