Los domingos toca barbacoa con la familia. Normalmente me encargo de prepararla con sobrada destreza aunque la última vez organicé una buena. No había manera de que el carbón prendiera, sospecho que estaba en mal estado, y humaredas ennegrecidas ascendieron cubriendo el cielo. A pesar de las dificultades, finalmente pudimos saborear una suculenta chuletada. Después vinieron los cafés, las copas, la sobremesa, hasta que de manera sorpresiva irrumpieron alrededor del jardín una veintena de indios sioux:
- nosotros acudir alertados por señales de humo.
- nosotros acudir alertados por señales de humo.
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Pero venían en son de paz...
Me ha ocurrido varias veces (sin la visita de los sioux...) cuando pongo huevos a hervir y me siento en la computadora.
Mucho más trivial es mi historia, al confesar que me ha alertado por teléfono algún vecino con tono de preocupación.
Muy bueno.
Un abrazo.
SIL
Buen relato Indio, me gustó.
También me gustó la entrevista que te hizo Daniel. Interesantes respuestas para conocerte un poco más, en este caso hasta tu nombre, peroen un comentario a este micro había que seguir llamándote Indio.
Curioso que nuestros blogs nacieron el mismo mes.
Un abrazo
How indio! jeje
Tú tener gran facilidad para escribir micros.
Saludos
Me gusta, sobre todo por el final.
Saludos
Un broche final de lo más exótico:)
Abrazos
Lo invitarías a la barbacoa, ¿no?
Besicos
Un poco desfasado el final pero funciona, ya me extrañaba no haber visto un cuento con indios
Por un momento pensé que esa barbacoa era la culpable del caos aéreo en Europa... Jejeje. Muy bueno, No Comments
Muy bueno, No Comments. Lo que querían los siux eran unas chuletillas. Un saludo.
Me ha gustado mucho.
Un final sensancional.
Inteligentes estos indios. Espero que se apuntaran a la barbacoa, y luego a fumar se ha dicho.
Abrazos
Qué dirían esas señales para que acudieran tan rápido....?
Abrá un alfabeto especial...?
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