Vivíamos separados por una pared, mi dormitorio pegado a su salón. Tan cerca, tan lejos. Nunca nos habíamos visto, ni oído, ni siquiera preguntado nuestros nombres, pero cumplíamos entusiasmados con nuestra cita. A las diez en punto de la noche desde hacia unos meses, abría mi libro de poemas y le recitaba unos versos de amor en voz alta. Ella, para que supiera que eran de su agrado, daba unos golpecitos y felices dormíamos hasta el día siguiente.
Anoche, me atreví. Me asomé a su ventana, justo cuando impaciente apoyaba su cabeza en la pared. Al girarse, vi que era tan sólo una niña, con sus ojos me decía que la esperase.
Anoche, me atreví. Me asomé a su ventana, justo cuando impaciente apoyaba su cabeza en la pared. Al girarse, vi que era tan sólo una niña, con sus ojos me decía que la esperase.
19 ¿Comments o No Comments?:
¡Qué pena! ¿La esperaras?
Me ha gustado mucho ese relato y ese final tan inesperado.
Un saludo indio.
Precioso.
¡Que bonito!
Un abrazo,
Podría ser un corto excelente. Besos.
Qué bonito...
Me lo dejarías para mi Mención Especial?
Delicioso.
hay que saber esperar
Mira que siempre me entusiasman tus micros, pero esta vez has logrado emocionarme como nunca. Gracias por escribir tan bien, como lo haces. Besotes.
¡Buenísimo! Me encantó
Pues seguro que la espera...
Besicos
Indio. Te tengo que decir que este micro me ha erizado la piel. Es una verdadera maravilla.
Te felicito.
Un abrazo
Qué bonito final, con la desilusión transformada en esperanza. Casi se pueden ver los ojos de la niña.
Que bonito!! :D
inalcanzable seguro para la pobre niña
un beso
Qué suerte, el tiempo ha sido benigno y está de su lado. Imaginémonos, por un momento, que la susodicha fuese como la duquesa de Alba.
Aleluya.
Sobrecogedor sería mi sensación.
Abrazos!!!
Casi Lolita, ¿no?
Besos aniñados.
Muy bien, Indio. La situación no puede ser más lírica. Me recuerda a los románticos españoles. Te queda bien el tono.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
Una historia llena de ternura e inocencia que flota en los vapores de esos poemas de amor. Me ha encantado la escena final, esa mirada. Un abrazo, Indio.
Mientras espera siempre puede picar entre horas.
De una ternura incomparable!
Publicar un comentario