-El Séptimo de Caballería-
El jefe indio Pequeño Cuervo soñó una noche que las balas de los fusiles del Séptimo de Caballería se convertirían en nubes de granos de maíz. Lástima que sólo fuera un sueño.
-Valor nativo-
Oso Furioso fue un guerrero fornido y valeroso, temido por sus enemigos y el más admirado entre su tribu. Cuentan que ya anciano, tras haber superado mil y una batallas, en una escaramuza frente a los rostros pálidos una bala acertó en su corazón. Lejos de lamentarse, tuvo arrojo de gritar a la vez que empuñaba hacia el cielo su tomahawk: ¡Hoka hey, hoy es un buen día para morir!
-Alma equina-
Potro Veloz creció a la grupa de un caballo. Ya con cinco años tenía su propio pony y antes de cumplir los diez, galopaba por la pradera, sujetándose al caballo sólo con las rodillas. Y a los quince su alma relinchaba para asombro de su tribu.
-El joven y su flauta-
El joven “Siempre con flauta encima” nada más amanecer, salía corriendo de su tipi hacia la montaña. Quiénes le veían aseguraban que siempre portaba consigo una flauta, de ahí su nombre. Regresaba cuando el sol alcanzaba lo más alto del cielo. Y aunque en alguna ocasión le oyeron tocar, siempre decía que había estado hablando con la Madre Tierra.
-Tatankas-
Con la oreja derecha a ras de suelo, asintió. Ya llegan. Cuando el sol alcanzó la vertical del cielo, unos mil búfalos aparecieron en el horizonte. La partida de cazadores aguardó paciente el momento justo para emprender la emboscada. Minutos después comenzó una intensa persecución. Hakadad galopando a lomos de su caballo, se aproximó a uno de los búfalos rezagados y tensó la cuerda de su arco apuntando la flecha hacia su presa. Ésta siendo consciente de su inminente final, ladeó la cabeza y miró directamente a los ojos del cazador quien vio su alma reflejada en ellos. Tanto se asustó que sus dedos soltaron el arco cayendo al suelo. Desde entonces Hakadad supo que no volvería a cazar.
El jefe indio Pequeño Cuervo soñó una noche que las balas de los fusiles del Séptimo de Caballería se convertirían en nubes de granos de maíz. Lástima que sólo fuera un sueño.
-Valor nativo-
Oso Furioso fue un guerrero fornido y valeroso, temido por sus enemigos y el más admirado entre su tribu. Cuentan que ya anciano, tras haber superado mil y una batallas, en una escaramuza frente a los rostros pálidos una bala acertó en su corazón. Lejos de lamentarse, tuvo arrojo de gritar a la vez que empuñaba hacia el cielo su tomahawk: ¡Hoka hey, hoy es un buen día para morir!
-Alma equina-
Potro Veloz creció a la grupa de un caballo. Ya con cinco años tenía su propio pony y antes de cumplir los diez, galopaba por la pradera, sujetándose al caballo sólo con las rodillas. Y a los quince su alma relinchaba para asombro de su tribu.
-El joven y su flauta-
El joven “Siempre con flauta encima” nada más amanecer, salía corriendo de su tipi hacia la montaña. Quiénes le veían aseguraban que siempre portaba consigo una flauta, de ahí su nombre. Regresaba cuando el sol alcanzaba lo más alto del cielo. Y aunque en alguna ocasión le oyeron tocar, siempre decía que había estado hablando con la Madre Tierra.
-Tatankas-
Con la oreja derecha a ras de suelo, asintió. Ya llegan. Cuando el sol alcanzó la vertical del cielo, unos mil búfalos aparecieron en el horizonte. La partida de cazadores aguardó paciente el momento justo para emprender la emboscada. Minutos después comenzó una intensa persecución. Hakadad galopando a lomos de su caballo, se aproximó a uno de los búfalos rezagados y tensó la cuerda de su arco apuntando la flecha hacia su presa. Ésta siendo consciente de su inminente final, ladeó la cabeza y miró directamente a los ojos del cazador quien vio su alma reflejada en ellos. Tanto se asustó que sus dedos soltaron el arco cayendo al suelo. Desde entonces Hakadad supo que no volvería a cazar.
6 ¿Comments o No Comments?:
Muy curiosos y originales. Una nueva reformulación del western.
Espíritu indio es lo que tienes por tus venas.
Me gustaron.
Un saludo
Me gustan los cinco. No destaco ninguno.
Un saludo No comments.
A mi me gustan todos, pero me quedo con este último.
Se te dan bien las historias de indios.
Abrazos
Se me ha puesto la piel.... pálida... jajaja
Saludos y un abrazo enorme.
Me han gustado las cinco, pero mis favoritas son las dos últimas. Siempre me ha gustado el tema telúrico ;) Un abrazo.
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