Isla desierta

Aquí vinimos a descansar cariño. No nos tendremos que preocupar de nada, para eso llevo tanto tiempo preparando este viaje. El clima es tropical y dispondremos de comida en abundancia. La cabaña, confortable como nos gusta. Por fin estaremos tú y yo sin nadie que nos moleste. Ni hijos ni suegros, ni despertadores ni teléfonos. ¿Qué más se puede pedir? ¡Ah! Una cosa por si no te habías dado cuenta: del fútbol olvídate, me encargué de que no llegara señal de televisión alguna y me da igual que digas que juega el Madrid contra el Barça. ¡Estos días vas a ser sólo mío!