Primero fue el Mundial de fútbol en Sudáfrica, donde todos sus partidos eran históricos y verlos, una obligación moral. Luego, el Tour de Francia y las etapas alpinas y pirenaicas, de épicos esfuerzos y finales de leyenda.
No sé qué más puede haber este verano; pero sí estoy segura de que a la próxima, estampo en la cara de mi marido una tarjeta roja.
No sé qué más puede haber este verano; pero sí estoy segura de que a la próxima, estampo en la cara de mi marido una tarjeta roja.
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Y dos partidos de sanción, por lo menos.
Un saludo.
¿Y no vió a Nadal en Winbledon? Un santo.
Soy machista...
Me gusta el fútbol y todo el resto.
Pero me solidarizo con la dama, por una cuestión de género ;)
Abrazo inmenso
SIL
Una realidad femenina perfectamente reflejada. Más de una adherirá a tu propuesta.
Jajaja, real real como la vida misma!
Yo soy del equipo de Sil, me encanta el fútbol, pero si es cuestión de defender algún género, me pongo del lado femenino ;-)
Maite me he ha hecho sonreír tu comentario, ja , ja, ... me lo llevo... Yo soy del equipo de Sil y Maite, me gusta el buen futbol pero si hay que defender algún género... ja, ja,
La verdad es que cuando acabó el mundial y de la manera que acabó, mik primer pensamiento fue ¿Y ahora que vamos a hacer sin Mundial?,ja , ja, ha sido emocionante. Pero por encima del deporte, vivir y compartir. Así que tarjeta roja también para los fanáticos que olvidan a sus compañer@s de vida con tanto deporte televisivo.
jajajaja es la guerra de siempre.
Me gustó el final, al menos sabe lo que significa una tarjeta roja. Saludos
¡Está bueno Indio! yo esta vuelta mandé solo uno... ya estaba harta de mundial!!!!!!
Por cierto, cuando puedas te das un vuelta por casa...
http://sanchezclaudiabe.blogspot.com/2010/07/premio-para-compartir.html
Saludos!
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