Mientras acariciaba el pelo de su esposa, con quien llevaba felizmente casado tres años, se acordó de repente de Marta, su ex, y de cómo había reaccionado cuando le contó que había conocido a otra mujer. Y se sintió culpable por sus lloros, como nunca antes.
Sin decir nada, siguió jugando con su pelo, y se acordó ahora de una compañera de la facultad, con quien tuvo un corto noviazgo, y de cómo le había dicho que la tenía que dejar porque se iba a terminar los estudios al extranjero, y que la distancia no era buena para una relación. También se sintió culpable, como nunca antes.
Sin que su esposa notara nada, siguió con la mente en el pasado, pensando esta vez, qué habría sucedido si se hubiera ido a vivir con la amiga de la novia de su mejor amigo. No lo hizo con la excusa de que no estaba preparado, y se sintió culpable por haberlo hecho así.
Se acordó también de Sara, la camarera del bar al que iba con sus amigos cuando tenía alrededor de dieciséis años, de la vecina en casa de sus padres, de la chica que veraneaba en la misma playa y de la niña de la guardería que le daba caramelos mientras le sonreía.
Sin decir nada, siguió jugando con su pelo, y se acordó ahora de una compañera de la facultad, con quien tuvo un corto noviazgo, y de cómo le había dicho que la tenía que dejar porque se iba a terminar los estudios al extranjero, y que la distancia no era buena para una relación. También se sintió culpable, como nunca antes.
Sin que su esposa notara nada, siguió con la mente en el pasado, pensando esta vez, qué habría sucedido si se hubiera ido a vivir con la amiga de la novia de su mejor amigo. No lo hizo con la excusa de que no estaba preparado, y se sintió culpable por haberlo hecho así.
Se acordó también de Sara, la camarera del bar al que iba con sus amigos cuando tenía alrededor de dieciséis años, de la vecina en casa de sus padres, de la chica que veraneaba en la misma playa y de la niña de la guardería que le daba caramelos mientras le sonreía.
Se sintió culpable por todo pero siguió jugueteando con el pelo de su esposa.
12 ¿Comments o No Comments?:
Lo único real es lo que tenemos, a donde hemos llegado, el pelo que acaricia en estos momentos. Me ha gustado mucho pero creo que no añoramos todo a la vez sino en momentos puntuales (o no) a personas concretas. Saludillos que también añoran lo que pudo ser
La culpabilidad es como alquitrán pegado a la suela de los zapatos, no hay manerda de quitarla.
Besos mañaneros.
Me gusta la imagen, jugueteando con el pelo de su mujer, igual le está dando tirones y ni se da cuenta!
abrazos
Me supongo que todo el mundo pasa en alguna ocasión por el famoso "qué hubiera pasado si...". Pero lo cierto es que por mucho que nos lo preguntemos, lo único real es lo que se vive en el presente.
Abrazos
David, no sé porqué, pero encuentro rara la lectura de este texto, hay algunas cosas que me chirrían, debo haberme levantado hoy un poquito enrevesada.
Un beso
Me gusta la imagen, sentida por muchos, de mientras se acaricia al presente, echar un vistazo al pasado. Saludos
Me gustó mucho la idea del micro, Indio, pero creo que podrías pulir la escritura un poco más. Con una revisión te quedaría genial.
Un abrazo.
Tarde ha piado,
por los daños causados
el playboy de tu micro.
Y me ha encantado.
Un abrazo
SIL
Visto el currículum del chico, mejor que la mujer se preocupe un poco...
Besicos
Es bueno, David, me gusta ese aire de melancolía de una persona de carne y hueso, tan real cómo cualquiera. El penúltimo párrafo me chirría bastante, sobre todo: "siguió recordando, esta vez, de qué habría pasado " recordando de qué habría pasado, no lo sé, a lo mejor lo podrías revisar.
Un abrazo.
Si a varios os chirría será por algo, he intentado cambiar alguna cosa, no sé si es suficiente.
De todas formas ahí queda.
Gracias y un saludo indio
De un presente hasta el inicio de sus recuerdos amorosos. Muy bueno e interesante.
Besosss
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