La bala, en la sien derecha y no en la izquierda en un diestro, es un dato a tener en cuenta mi querido Watson. A priori, nos conduciría a pensar que no es casualidad, sobretodo al comprobar que el cadáver tiene el revólver agarrado en dicha mano. Pero tampoco debemos dejarnos llevar por lo elemental, podría ser que un asesino sabedor de esta teoría, lo hubiera dispuesto de tal manera con el fin de engañarnos.
Fíjese ahora en la cavidad torácica, le falta el corazón, se lo robaron, lo que supone una prueba irrefutable de lo ocurrido mi querido Watson: le dieron calabazas y enloqueció.
Fíjese ahora en la cavidad torácica, le falta el corazón, se lo robaron, lo que supone una prueba irrefutable de lo ocurrido mi querido Watson: le dieron calabazas y enloqueció.
9 ¿Comments o No Comments?:
Me gusta mucho el título, el humor socarrón que destila todo el micro y el juego con esta pareja literaria universal. Elemental, ¿no?.
Abrazos.
Este micro me parece muy bueno. Buena mezcla, Indio.
Un abrazo.
Pero, si es diestro lo normal es que la bala esté en la sien derecha, no? ¿o es que le miran de frente?
En todo caso el relato me gusta mucho, muy bien ambientado
Robar un corazón, el peor de todos los crímenes...
Hurto calificado seguido de homicidio premeditado y alevoso.
¡Elemental, David!
Muy bueno!!
Abrazo
SIL
Buena vuelta de tuerca en ese final pesquisado.
Tres abrazos y un beso.
Elemental Indio! Muy bueno!
Saludos!
Ya veo que has traído a una pareja indivisible hoy al blog. Difícil jugar con unos personajes con tantos tics y clichés, te salió bien la jugada, David. Un abrazo.
Elemental, querido amigo, elemental...
Saludos y un abrazo.
Qué buenos intentos los tuyos. No sé con cual me quedaría. Me gustan los dos. Saludos elementales
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