Aprovecha la luz de la tarde para escribir un mensaje que introduce en una botella. Próximo a la orilla se dispone a lanzarla al mar pero en el último momento se arrepiente. Desenrolla el papel y sigue escribiendo. Cuando cree terminar, repite el proceso y de nuevo se vuelve a arrepentir. Sin darse cuenta se le han pasado veintiocho años y lo que empezó con un trocito de papel se ha convertido en un libro. En toda una vida. Y ya no sabe si es Robinson, un naúfrago en una isla del Orinoco o Daniel, un escritor disfrazado de marinero.
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Hace 4 horas
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Está genial,pero aún le queda escribir una reseña, porque la novela no le entra en la botella.
Fdo. Su agente.
David, o las tres cosas. Cuando uno no hace algo pero repite procesos, puede ocurrir esto, que se acumule.
Me gustó.
Un abrazo.
Veintiocho años de soledad, y la posiblidad de releerla.
Me parece genial.
Un abrazo,
Maravilloso. Yo me quedo con Robinson en la isla. Será que vivo un época en la que me gustaría perderme. Un abrazo.
Veintiocho años solo y arrepintiéndose lo convierten también en un anacoreta.
Saludos
Tanto tenía que contar que se olvido de pedir auxilio. O era su vida entera la que era un naufragio. Este micro se presta a varias interpretaciones. Saludos
Suele pasar que se pierde tiempo de vida escribiendola en un papel. No me extraña que al final perdiera la noción de quién era.
Un saludo
A lo tonto, a lo tonto, tiene una novela escrita. Método por probar.
Abrazos a pares.
Quizás no la lanzó al mar para no sentirse tan solo...
Besos desde el aire
Un final que abre muchas posibilidades psicológicas, tal vez nunca quiso ser salvado, y ante la posibilidad de rescate encontraba excusa para hablar de sí mismo y su aventura. Tal vez era un escritor que en ese aislamiento encontraba inspiración y no podía dejar de escribir. Tal vez era un síntoma de ostracismo o simplemente un ser destinado a recoger todas las veces que decimos que nos gustaría perdernos en una isla desierta, y lo que iba apuntando eran nuestros nombres, pero somos tantos, que la lista se hacía interminable.
Besos
Jaja, vaya aquí está el secreto mejor guardado de... ¿quién era?
Estupendo indio, me ha parecido un argumento muy original.
Un abrazo
Muy bueno, indio.
Un abrazo.
tardo en encontrarse.
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