Suena el despertador y Cupido se levanta de la cama. El mensajero del amor también descansa, transportar el arco y las flechas es un duro aunque recompensado trabajo. Y más aún, cuando el día anterior tuvo que entregarse a fondo disparando repetidas veces hasta conseguir unir los dos últimos corazones. No todo es coser y cantar…
Esta mañana salió de casa, agitó sus alas y voló en busca de los primeros enamorados. Pero en el camino algo sucedió, sintió un dolor punzante en la región cardial, el pulso se le aceleró y no podía apartar la mirada de la mujer que tenía en frente. Cupido se había enamorado. Y bloqueado se debatía entre disparar una flecha para que su sentimiento fuera correspondido o darse la vuelta para continuar la jornada laboral.
Esta mañana salió de casa, agitó sus alas y voló en busca de los primeros enamorados. Pero en el camino algo sucedió, sintió un dolor punzante en la región cardial, el pulso se le aceleró y no podía apartar la mirada de la mujer que tenía en frente. Cupido se había enamorado. Y bloqueado se debatía entre disparar una flecha para que su sentimiento fuera correspondido o darse la vuelta para continuar la jornada laboral.
6 ¿Comments o No Comments?:
Y, ¿no podía hacer las dos cosas? Tal vez, enamorado, trabajaría con más gusto y ganas... enamorando, disparando flechas a tod@s l@s se le apareciesen por el camino.
Besos.
Cupido siempre ha sido y lo será un sinverguenza sin escrúpulos... (sólo me manda mujeres malas... jajajaj)
Saludos!
La venganza le llega también.
Que no se canse tanto que hay muchos corazones esperando el hueco de la flecha.
un beso
¡Qué dispare la flecha! La jornada laboral siempre puede esperar ;)
Que dispare la flecha cuando le apetezca... puede ser al terminar la jornada laboral, o a la hora del refrigerio, o un fin de semana de desenfreno...
Saludos
Pero bueno... quien le ha clavado al cupido!!!!
ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
Besicos
Publicar un comentario