Nada más decirle mi destino al taxista, me di cuenta de que a mi izquierda, en el asiento trasero habían olvidado unas cuantas tarjetas.
Cogí una y por un lado se leía "Encuentra la Felicidad"; por el otro, en un rectángulo con restos de haber rascado sobre él, se leía "Sigue Buscando".
Comprobé que todas las tarjetas eran iguales y me estiré para llegar hasta una que se había caído al suelo, en la parte trasera del taxista.
Esta tarjeta estaba sin rascar y pensé que quizá podía ser mi oportunidad de "Encontrar la Felicidad"
Pero cuando con una moneda iba a empezar a rascar me asaltaron dudas y preguntas:
¿Se busca la Felicidad? ¿Existe? ¿Qué es la Felicidad?
¿Para todos es la misma?
¿Se busca la Felicidad? ¿Existe? ¿Qué es la Felicidad?
¿Para todos es la misma?
Incluso, para una misma persona ¿puede haber varias formas de llegar a ella?
¿Se puede tocar?
¿Se puede tocar?
Ahí estaba en sí rascaba o no, cuando el taxista me avisó de que había llegado a mi destino.
Me guardé la tarjeta en el bolsillo, pagué y fuera del taxi seguí con mis dudas...
Días después, me enteré de que estas tarjetas se daban al comprar en un supermercado de la ciudad y la "Felicidad" era que te tocara una televisión de plasma.
¡Será posible!
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