Como si año nuevo fuera, hoy 17 abril, un compañero de trabajo, en alto, fuerte y claro, soltó un “voy a ser sincero”, “como parece que está de moda…”
Ante la sorpresa del resto, temimos por lo que nos pudiera tocar a cada uno.
Y no sé si es que ve el programa presentado por Emma García de “El Juego de Tu Vida” (bochornoso espacio y poco creíble por cierto) donde los concursantes van contestando preguntas de su “mala-vida” y si dicen la verdad siguen adelante hasta completar unas veinti-tantas del tipo:
“¿Es verdad que de pequeño te sacabas mocos de la nariz y los dejabas en el plato de comida de tus padres? ¿Es verdad que tienes sueños eróticos con tu suegra?¿Es verdad que te gusta ponerte las bragas de tu mujer sin que ella lo sepa?...”
Quizá sea que está un poco hasta los webs de la gente (sobretodo de la que juega con esas reglas y no se merecen recibir otras distintas) y ha decidido no andarse con tonterías y no fingir. Así con las cosas claras sabemos a qué atenernos.
Dejemos lo políticamente correcto a un lado y ¡digámonos las verdades!
-¡Eh tú! ¿Cada vez estás más gordo eh? Y no es por nada pero tu mujer está muy buena y no te la mereces…
- Pues anda que tú, eres un capullo, ¡mamón!
…
…
…
En verdad, espero que no lo lleve a la práctica a rajatabla, porque de lo contrario, me veo soportando sobre mis oídos sapos y culebras varias.
Ante la sorpresa del resto, temimos por lo que nos pudiera tocar a cada uno.
Y no sé si es que ve el programa presentado por Emma García de “El Juego de Tu Vida” (bochornoso espacio y poco creíble por cierto) donde los concursantes van contestando preguntas de su “mala-vida” y si dicen la verdad siguen adelante hasta completar unas veinti-tantas del tipo:
“¿Es verdad que de pequeño te sacabas mocos de la nariz y los dejabas en el plato de comida de tus padres? ¿Es verdad que tienes sueños eróticos con tu suegra?¿Es verdad que te gusta ponerte las bragas de tu mujer sin que ella lo sepa?...”
Quizá sea que está un poco hasta los webs de la gente (sobretodo de la que juega con esas reglas y no se merecen recibir otras distintas) y ha decidido no andarse con tonterías y no fingir. Así con las cosas claras sabemos a qué atenernos.
Dejemos lo políticamente correcto a un lado y ¡digámonos las verdades!
-¡Eh tú! ¿Cada vez estás más gordo eh? Y no es por nada pero tu mujer está muy buena y no te la mereces…
- Pues anda que tú, eres un capullo, ¡mamón!
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En verdad, espero que no lo lleve a la práctica a rajatabla, porque de lo contrario, me veo soportando sobre mis oídos sapos y culebras varias.
Por si acaso le voy a decir que él es un _ _ _ _ _ (la mejor defensa es un buen ataque, dicen ¿no?)
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