El psicólogo más avezado de la ciudad recibió en su consulta al pobre Leocadio. A sus sesenta y cuatro años, tras pasar casi cincuenta de conserje, comenzó hace unos meses a sufrir pérdidas de memoria. Una primera exploración, para proseguir aplicando las más avanzadas técnicas que facilitaran llegar a un diagnóstico certero y preciso de la enfermedad. Éstas, le permitieron penetrar en la mente del paciente. Fácilmente lo consiguió, mas rápidamente comprendió que fue un error. Las puertas del camino de vuelta se habían cerrado y era Leocadio quién poseía sus llaves.
14 ¿Comments o No Comments?:
Me ha gustado mucho este micro. Quizá si lo titularas Alzheimer te podías ahorrar la última frase, que es explicativa. Jau.
Tremenda enfermedad, encierra y esconde los recuerdos de los pobres enfermos.
Buen relato, saludos indios
Muy buen relato. Y coincido con Manu. Aprovechando más el título, te puedes ahorrar la última frase, y dejar para el final esa penúltima frase, tan potente. De todos modos, buen relato.
Un saludo.
Os hago caso, esta vez, creo que tenéis razón y cambio el título eliminando la frase final (Leocadio, enfermo de Alzheimer)
Un saludo a tod@s
Lo leo después de la corrección... y es buen consejo
Besicos
Me sumo y no me sumo...
// Las puertas del camino de vuelta se habían cerrado y era Leocadio quién poseía sus llaves. //
La última frase, ahora, merece marco.
Conozco la enfermedad, he vivido diez años con un enfermo terminal.
Lo has traído poéticamente y maravillosamente a la palestra.
Un gran abrazo.
SIL
Doloroso el Alzheimer, ladrón de recuerdos.
Un saludo No Comments
Muy elocuente y realista a la vez.Saludos!!
muy bien resuelto al final. y es que cuando uno lee el texto y es la última frase la que le golpea es que se ha logrado. Buen trabajo.
8.5
Me ha gustado la forma de abordar un tema tan complejo...
Mu bien construido, ingenioso el vícul entre las llaves de su mente y su profesión, dmasiados años de onserje como para olvidarlo del todo.
Lo encuentro buenísimo. Felicidades
Genial. Mucho mejor ahora el final, no hay duda.
Interesante hecho el que atribuyes al médico de diagnosticar que había él perdido las llaves ,bueno como relato,pero me pregunto si es que el diagnóstico resulte acertado o el alzheimer más bien provenga de causas alimenticias y de estilo de vida.
Estoy de acuerdo con Belén, después de la corrección, mucho mejor :)
Abrazos
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