Al bajar la persiana, comienza una intensa actividad en su interior. Los martillos saltan de la estantería y persiguen a los clavos hasta acorralarlos; los destornilladores se acoplan a los tornillos bailando a un lado y otro en un descontrolado frenesí; los serruchos acarician unos tarugos de madera y los taladros amenizan la velada con su sinfonía. Todos parecen contentos, salvo las tijeras que tras intentar limar asperezas deciden cortar por lo sano su relación con las que eran sus amigas y compañeras de vitrina, las limas. Y a la mañana siguiente, al subir la persiana, todo continúa en su sitio ordenadamente como si nada hubiera pasado. Todo menos una enamorada llave inglesa incapaz de separarse de su tuerca prometida.
7 ¿Comments o No Comments?:
No sé, NC, me parece un texto trivial. Pido excusas si parezco crudo, pero siento que tienes relatos mejores.
Es que los enamorados no razonan:):)
Abrazos
Estoy con Esteban en que es un texto trivial, pero no por eso exento de calidad.
A mí sí me gusto, aún sabiendo que tienes relatos mejores.
Çiao
Pues a mi me ha gustado, me le ha sacado una sonrisa a mi cara.
un besito
A mi me resulto agrdable su lectura.
Un microrrelato diferente. Me gustó.
Jaaaaaaaaaaaaaa...
He vivido una situación parecida a la de la tuerca...o a la de la llave inglesa...
Está genial ésto.
Un abrazo y me has traído recuerdos.
SIL
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