Todas las noches, desciende contoneando sus caderas por el alero del tejado, mientras guiña un ojo a la luna. Accede a mi dormitorio a través de la ventana entreabierta y mientras finjo que duermo, me araña suavemente una pierna, luego la otra, sube hacia mi cuello y maúlla en mis oídos.
Sigue sin aceptar que lo nuestro ya no es posible.
En mi séptima y última vida, la reencarnación desembocó en un ser humano.
Sigue sin aceptar que lo nuestro ya no es posible.
En mi séptima y última vida, la reencarnación desembocó en un ser humano.
18 ¿Comments o No Comments?:
Yo también quiero reencarnarme varias veces y la última en pantera.
Besos gatunos.
Te leo y suelo callar, pero hoy me ha gustado especialmente.
Aplausos muchos. Es de lo mejorcito que te he leído. Enhorabuena.
Saludos.
Es una hermosa reencarnación.
Felicitaciones. Es muy bueno.
Lleno de encanto felino. Muy bueno, si señor.
Abrazos y reverencias
Que buena reencarnación, genial
saludos
Excelente relato... sin la foto en la cabecera hubiera sido mejor... el factor sorpresa pega mucho en esta historia... ;)
Estupendo micro, Indio.
Un abrazo.
Me gustó. Aunque yo creo que una gata siempre se acaba saliendo con la suya.
Tus palabras se contonean también, sigilosamente, como felina coqueta.
Original, sensual y finalmente, un amor imposible. Saludos
Como gato se reencarnó varias veces y acabó siendo humano y sin pareja. Me ha parecido un micro mágico pero muy triste, para mí, está lleno de finales y renuncias, todos dolorosos.
Un beso.
Un micro muy onírico, sueño, realidad, muerte, vida. Me gusta la línea difusa que describes.
Abrazos.
Qué bueno!! me ha gustado mucho como todo el relato va encaminado a la última frase y esas siete vidas que tiene el gato y que lo explican todo.
Abrazos
Muy bueno este relato de transformaciones y amores imposibles. Un saludo, Indio.
En cambio él lo acepta dejando la ventana abierta y haciéndose el dormido.
Parece que en la reencarnación , como en todo, algo se gana, algo se pierde.
Sería interesante reencarnar en un ángel semental.
Me ha encantado como nos has llevado hasta esa última y esplendida frase,.
saludos.
Si en la séptima vida dejan de ser gatos para ser humanos... ¡No es vida!
Saludos.
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