Las campanadas del reloj de la iglesia indicaron hace un rato que era medianoche. El silencio, desde entonces, se rompe tan sólo por el ulular de una lechuza que viene y va.
De mi boca se desprende un vaho espectral. Hace frío. Una intensa niebla cubre el techo de mi habitación.
Miro al candil de mi mesilla y compruebo que su tenue luz está a punto de apagarse. Debería levantarme de la cama para ir al baño antes. Pero un miedo atroz a poner un pie en el suelo me lo impide. Me ahogo con tan sólo pensarlo.
Y algo se mueve ahí abajo.
Mejor seguiré esperando.
LEER JUNTOS EN CEIP MARÍA ZAMBRANO
Hace 12 horas
12 ¿Comments o No Comments?:
Como suba se mea encima.
Me gusta la atmósfera opresiva que creas.
Tensión en estado puro. Una atmosfera opresiva y una amenaza no desvelada que nos deja temblando.
Gran trabajo.
Un saludo.
muy bien construida la atmósfera de la historia. Da miedo de solo pensarlo. Saludos.
Creo que el amanecer hoy tardará más en llegar...
Abrazos
Pues ahora que lo dices, esta noche he sentido movimiento debajo de mi cama... uff. Creo que ya no me levantaré con la luz apagada. Saludos
Indio, el miedo es una percepción mucha veces irreal que nos paraliza de tal modo, que somos incapaces de racionalizar. Aquí en tu relato se ve bien.
Un abrazo.
El miedo muchas veces nos atenaza, aunque tengamos verdaderas urgencias -como el protagonista- nos inmoviliza.
Inquietante. Y mucho. Un relato de terror que te deja el resuello cortado.
Abrazos estremecidos.
Puro Poe.
Un saludo
Tiene una atmósfera inquietante y la sensación del frío es muy real.
Besitos
eso si que da miedo.
Cuando niño me ocurría pensar que bajo la cama estaba un cráneo y que me mordería si bajaba, luego cuando tenía que levantarme saltaba para caer alejado.
Has retratado un miedo muy real.
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