La manecilla de las horas y el minutero, mantenían una romántica historia de amor, de forma que cuando se cruzaban en el tránsito horario, rozaban sus cuerpos con ternura y era a las doce en punto de la noche acompañados por la intimidad y oscuridad que sólo la Luna ilumina, cuando se cogían de la mano, se contaban, se tocaban y hasta se besaban.
Fieles a la cita llevaban años y años de puntualidad exquisita, ya que eran los únicos momentos en los que podían coincidir.
Pero llegó una medianoche, en la que algo debió ocurrir al minutero, pues su manecilla enamorada le esperaba y éste no acudió a la cita. Ella pensaba: -“¿le habrá ocurrido algo malo por el camino? ¿Me habrá dejado por otra manecilla?”
En realidad, desconocía que su minutero llevaba una temporada ideando un sistema para conseguir quedar bloqueados en la hora en punto. Sería el método perfecto para paralizar el tiempo siempre que quisieran y dar rienda suelta a su pasión.
Pero, o por mala suerte o por malos cálculos en su sistema, quedó anclado en las once y media.
La manecilla de las horas de tanto esperar, enloqueció y comenzó a girar a un ritmo vertiginoso.
Y desde entonces, los días duran horas y las horas, minutos y ¡esto no hay quien lo pare!
Fieles a la cita llevaban años y años de puntualidad exquisita, ya que eran los únicos momentos en los que podían coincidir.
Pero llegó una medianoche, en la que algo debió ocurrir al minutero, pues su manecilla enamorada le esperaba y éste no acudió a la cita. Ella pensaba: -“¿le habrá ocurrido algo malo por el camino? ¿Me habrá dejado por otra manecilla?”
En realidad, desconocía que su minutero llevaba una temporada ideando un sistema para conseguir quedar bloqueados en la hora en punto. Sería el método perfecto para paralizar el tiempo siempre que quisieran y dar rienda suelta a su pasión.
Pero, o por mala suerte o por malos cálculos en su sistema, quedó anclado en las once y media.
La manecilla de las horas de tanto esperar, enloqueció y comenzó a girar a un ritmo vertiginoso.
Y desde entonces, los días duran horas y las horas, minutos y ¡esto no hay quien lo pare!
8 ¿Comments o No Comments?:
Es lo más brillante que he leído en tu blog, amigo, hasta hoy.
No interpretes que desmerezco tus relatos anteriores, por favor.
PERO ÉSTE, ES MAGISTRAL , Y HA SUPERADO A TODOS.
Un beso.
Y, contra más años sumemos en estas prisas, más rápido irá todo ...
Abrazos
Cuantas locuras habremos cometido por algo menos parecido al deseo?
Magnífico relato. Esas horas enamoradas, esa locura del paso del tiempo... así todo mezclado.
Un saludo
Genial.
:)
El que no esté loco de amor, que vaya enloqueciendo de alog mejor, pero tampoco creo que lo haya...
saludos y un abrazo.
Si es que los enfermos de amor son los más peligrosos!
Besicos
Ahora me explico este ritmo vertiginoso que lleva la vida...
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