El hombre lucía una inquietante sonrisa y en realidad en mi guión moría atravesado por una flecha en el pecho. Algo extraño sucedía más aún cuando empezó a dirigirse a mí, inventándose incluso diálogos. Sorprendido y asustado reaccioné soltando mi bolígrafo y cerrando las tapas de mi novela inacabada. Pero el villano se convirtió en un ser de carne y hueso y dirigió el filo de su espada directamente a mi yugular: mi destino se hallaba en manos de un personaje de ficción.
EXPOSICIÓN DE PINTURA DE MARIBEL MORATILLA EN CÁLAMO
Hace 6 minutos
8 ¿Comments o No Comments?:
Hay historias tan bien narradas que cobran vida...
Eso habla del talento del autor.
;)
Un beso.
Hay que tener cuidado con los personajes que se crean...
Besicos
A veces la ficción no sólo supera a la realidad sino que se torna parte de ella.
Cuidado con los fantasmas.
Un saludo.
Por eso yo siempre escribo sobre rubias tetonas, pero nunca tuve la suerte de que se manifiesten en cuerpo presente. :(
Muy buena la inversión.
Y, me temo que no tendría piedad de ti...
Saludos
Supongo que es como cuando un personaje se apodera del actor que lo interpreta. Como siempre una minihistoria impecable. Un abrazo.
Los monstruos de nuestra imaginación son muchas veces nuestros peores enemigos.
Un saludo
Interesante tu cuento, NC(¿me puedes decir tu nombre para dirigirme a ti de manera más personal?). El pretexto de la ficción sumergida en la realidad siempre va a ser un tema recurrente. Pero me gustó el modo en el que lo abordaste.
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