Lo que sigue, lo encontré escrito en un viejo cuaderno de notas que guardaba en unas cajas junto a libros y recuerdos de mi juventud:
No podía imaginar
que cuando el tren se puso en marcha
una parte de mí
se iba a quedar para siempre
en aquella estación.
Aunque mi cabeza
me impedía mirar atrás
una parte de mi corazón
sin darme cuenta
se aferraba al andén
desprendiéndose de mi cuerpo y de mi alma.
Y con los kilómetros recorridos
mi corazón debilitado
empezó a añorar
su parte abandonada
en aquella estación.
No podía imaginar
que la despedida
se iba a convertir
en recuerdos llenos de melancolía.
Ahora entiendo cuando mi cardiólogo, al ver una ecografía de mi caja torácica, con cara de sorpresa, exclamó que mi corazón estaba incompleto.
Ahora sé que se debe a la pérdida de pedacitos en aquella estación, y en aquella otra, y en …
No podía imaginar
que cuando el tren se puso en marcha
una parte de mí
se iba a quedar para siempre
en aquella estación.
Aunque mi cabeza
me impedía mirar atrás
una parte de mi corazón
sin darme cuenta
se aferraba al andén
desprendiéndose de mi cuerpo y de mi alma.
Y con los kilómetros recorridos
mi corazón debilitado
empezó a añorar
su parte abandonada
en aquella estación.
No podía imaginar
que la despedida
se iba a convertir
en recuerdos llenos de melancolía.
Ahora entiendo cuando mi cardiólogo, al ver una ecografía de mi caja torácica, con cara de sorpresa, exclamó que mi corazón estaba incompleto.
Ahora sé que se debe a la pérdida de pedacitos en aquella estación, y en aquella otra, y en …
6 ¿Comments o No Comments?:
Muchas gracias por la visita, el comentario elogioso y el enlace.
En cuanto tenga un momento te incluyo en mi lista peleando con la palabra.
Y vaya, interesante reflexión, y ese pequeño relato sobre el cardiólogo... y el corazón incompleto. Estoy de acuerdo que nos vamos dejando pedazos en las estaciones por las que vamos pasando.
Esta metáfora tuya viene a coincidir con el libro que acabé anoche. Fernando Sanmartín en "La infancia y sus complices": La niñez es un tren del que un día debemos apearnos. Para cambiar de tren.
Un cordial saludo
Las estaciones están llenas de historias, bienvenidas y despedidas, idas y venidas, y por supuesto corazones rotos en el camino.
Alguien me dijo una vez que una estación es como un cementerio de corazones... Cada estación tiene su historia y la tuya no iba a ser menos...
Sabías que los corazones se pueden recomponer? :) Un besazo ;)
Las estaciones...
Han debido ser testigos mudos de un montón de historias. Historias bellas y otras tantas horribles.
Que le pregunten a una que se llama Atocha.
Ay, si las vías y los andenes hablasen...
las estaciones estan tan llenas de idas y venidas que son pura historia...
en el fondo la vida es un montón de "estaciones.."
un beso.
me gusta vuelvo.
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