Fran acudió a la cita. Desde hace años tenía la obligación por contrato de presentar anualmente una novela a la editorial que le daba de comer.
Esta vez, constaba de unas cien páginas que estaban siendo hojeadas por su editor.
-¿Qué mierda me traes?
-Nada. Tiene un ritmo muy monótono, tremendamente lineal y previsible, en toda la historia no ocurre nada extravagante, no hay en la trama ningún sobresalto, ni un resquicio para la intriga. ¡Al menos podías haber incluido un asesinato o un lío de faldas que siempre da juego!
- Ufff me lo temía, pero es la historia de mi vida…
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Y, donde no hay, difícilmente podemos sacar...
Saludos
bueno, pero al menos no se lo tomo mal...
:o)
pobre escritor....
:(
¡qué bueno!
Completamente cierto.
Carlos Castán, en sus "Papeles dispersos" dijo: el viaje, junto con la lectura, es lo que más nos acerca a esa ansia secreta de ser otro.
Pero también dijo: el papel esencial de la literatura consiste en ahondar en la condición humana, en arrojar algo de luz acerca de qué significa y qué comporta para un ser humano existir.
Así que ahí estamos. Viviendo una vida insignificante e inventándonos una más emocionante. Pero también buscando la emoción en los gestos y días rutinarios.
Un saludo.
Esta bueeeeno!!
Tal vez no puso lo "realmente interesante" para el editor.
Cuando cuento fragmentos de mi vida, veo a los oyentes ojipláticos y sonrientes.
Mi vida no tiene viajes exóticos, ni aventuras inquietantes.
Solo hay que saber transmitir... y en qué momento...
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