El reloj marcaba las tres en punto de la madrugada cuando una llamada telefónica en la comisaría de policía alertó de lo que parecía un nuevo asesinato en las calles de Madrid. El cadáver, como los otros siete anteriores, no presentaba signo de violencia y presumiblemente de nuevo había sido envenenado. En su boca, adherida con un trozo de celo, una tarjeta de un bar de la capital de España llamado Bukowski, cerraba cualquier oportunidad de entrada de aire en los pulmones de la víctima. En el dorso de la misma se anunciaba una promoción de dos cócteles por uno aquella noche, concretamente si escogías el llamado coctel Vodka 7. La alarma iba en aumento a la par que las pérdidas económicas para el propietario del establecimiento. En el lugar de los hechos los agentes secretos del centro nacional de inteligencia recopilaban con esmero posibles pistas que permitieran aclarar algo del caso y salir del callejón sin salida donde se encontraban. Después de la séptima noche, del séptimo asesinato, tan sólo tenían claro que los cócteles masculinos conllevaban un cadáver de un hombre y viceversa. Y algo más inquietante: la lista de cócteles del bar Bukowski contenía 100 variedades distintas.
10 ¿Comments o No Comments?:
He estado en ese bar... me gusta saber que puede inspirar ;)
Besicos
Pues sí que van a tener trabajo los inspectores...
Saludos.
Magnífico, como siempre :)
Pues será cuestión de eliminar los cócteles de la carta, no?. Aunque quedará una carta bastante triste:
Saludos
Qué buena entradilla para un relato largo, en serio. Seguro que está esperando salir, dale una oportunidad ;-)
Yo soy de las tontas listas jajaja
hau indio
La próxima vez que vaya a ese bar me fijaré que el cóctel que pida no esté de oferta, no vaya a ser que yo sea el próximo en caer...
Un saludo
Me ha parecido muy original esa mezcla de realidad con ficción, sobre todo por el bar que mencionas. Habrá que pedir cerveza por si acaso :)
Un saludo
la proxima vez que visite la capital, visitaré el lugar sin dudas.
Envenenamiento? Ahí hay mujer escondida... miremos las que tienen cara de despechadas y de beber, ná de ná... una botellita de agua de casa en el bolso y ale...
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