Tras años interminables de guerra, regresó a casa. El hombre tenía el rostro arrugado, quebrado por el dolor y sus ojos hundidos por el sufrimiento vivido. Pero pudo dibujar una sonrisa, al ver que nada había cambiado. A través de la ventana, vio a un hombre con su mujer, agarrados de la mano y susurrándose cariñosamente al oído. Ese hombre era él antes de su partida. Fue entonces cuando decidió dar media vuelta y no molestar.
5 ¿Comments o No Comments?:
Las guerras...
siempre nos cambian, y no volvemos a ser los mismos.
Cada vez me gusta más leerte :)
Saluditos
Si llega a entrar todo habría cambiado, las guerras matan hombres pero también muchas almas de los que siguen vivos.
Es una imagen muy lograda. La de vernos a nosotros mismos en el pasado, cuando estábamos vivos, cuando éramos felices, cuando los buenos tiempos. Ese lugar al que siempre volver.
Un cordial saludo.
Excelente imagen.
Muy bueno, no lo había leido
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